Ganale la batalla a la gripe
En esta temporada de frío, son muchos los que ya han pasado por un catarro, una gripe o un simple resfriado.
Todos sabemos lo incómodo que resulta, y evitarlo muchas veces está a nuestro alcance. Basta cuidar la alimentación para incrementar las defensas y hacernos más fuertes para resistir a cualquier ataque vírico. Ya lo decía Hipócrates en el siglo V a. C: "Que tu alimentación sea tu medicina, y tu medicina, tu alimento".
La idea es llenar la despensa de alimentos preventivos y así evitar ir a la farmacia en busca de suministro para el armario de los medicamentos. La doctora Guadalupe Blay, coordinadora del Grupo de Habilidades en Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ofrece al sitio Huffington Post ayuda en la tarea de elaborar esa lista de alimentos que, según su criterio, no pueden faltar en nuestra dieta semanal si queremos terminar el invierno de forma saludable.
Manzanilla
Beberla en invierno es especialmente bueno por su poder antitusígeno. Y es que esta infusión, muy recomendable para calmar y aliviar la tos.
Legrum-bres
Son especialmente energéticas y muy beneficiosas para mantener la temperatura corporal en invierno.
Frutos secos
Olvídate de sus calorias. Su energía en invierno está justificada para la temperatura corporal.
Huevos
Existen estudios que señalan que la deficiencia de uno y otro está relacionada con el aumento de gripes y resfriados.
Verduras de hoja oscura
Aunque probablemente los cítricos sean lo primero que viene a tu cabeza para conseguir más vitamina C, los pimientos y las verduras de hoja oscura como las espinacas, las coles de Bruselas, el brócoli y la lechuga romana tienen mayor contenido de esta vitamina. Aunque la vitamina C no previene en sí de la gripe, sí ayuda a reducir el tiempo de enfermedad.
Los pimientos rojos tienen el triple de vitamina C que una naranja. Reinhard recomienda comer al menos algunos de estos vegetales crudos, o bañados en hummus para adquirir más proteínas y aumentar el contenido nutricional. "La vitamina C está presente en muchos vegetales, pero al cocinarlos se reduce el contenido proteínico".
Miel
No es ninguna novedad que la miel no debería faltar en nuestras despensas en invierno.
Porque no sólo tiene un poder curativo (un estudio publicado en 2007 en la revista médica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine descubrió que es incluso mejor antitusivo que el dextrometorfano, un principio activo que contienen los jarabes para calmar la tos), sino que es también preventivo, ya que ayuda a incrementar las defensas.
Se recomienda incluir una cucharada cada mañana en la leche para empezar el día con más energía y evitar catarros y gripes indeseados.
Cebolla
Su efecto beneficioso es similar al del ajo, aunque cuenta con una ventaja: no pierde las propiedades al cocinarse.
La cebolla goza de un gran poder preventivo, del que ya se percataron los romanos y griegos, y que recientemente demostró un estudio realizado por la Universidad de Nebraska.
Según los investigadores, el caldo de cebolla (tan utilizado por las abuelas para combatir el catarro) ayudaba a fortalecer el sistema inmunitario y a aliviar la inflamación de garganta.
Ajo crudo
Crudo porque de esta forma no pierde ninguna de sus infinitas propiedades.
El ajo es el antibiótico natural más famoso del supermercado. Es preventivo y también curativo.
Incrementa las defensas y mejora la respuesta del organismo ante el ataque de virus y bacterias.
Además, sirve para tratar infecciones respiratorias y plantarle cara a la tos. Sus propiedades mucolíticas ayudan a expulsar los mocos en procesos gripales y catarrales. Sobran las razones para comerlo cada semana y no deberíamos encontrar en su fuerte olor una excusa para evitarlo.
Hay remedios naturales para contraatacar el mal aliento que genera (tomarse un jugo hecho solo de limón después de comerlo o masticar hojas de perejil).
Jugo de naranja
En cuestión de frutas, los cítricos son uno de los grandes aliados del invierno. Todos hemos recurrido alguna vez al zumo de naranja para frenar el avance del resfriado y hemos salido victoriosos. Pues bien, esta fruta es muy rica en vitamina C, mucho más que la mandarina, aunque ésta aporta grandes dosis de beta-caroteno, provitamina A. De ahí que la doctora Blay recomiende alternarlas. Además, tampoco debemos olvidarnos del limón, especialmente cuando ya estamos enfermos. Su poder antiséptico lo convierte en un remedio natural infalible contra la tos y el dolor de garganta.
La calabaza tiene una elevada presencia de beta-caroteno que, tras ser absorbido por el organismo, se transforma en vitamina A.
La granada es muy rica en vitamina C, cubre las necesidades diarias de ácido fólico y es tres veces más antioxidante que el té verde.